jueves, 23 de enero de 2014

¿Qué es el estrés?

Todos en algún momento hemos oído hablar del estrés, e incluso muchos hemos mencionado alguna vez que estamos "estresados", pero en definitiva  ¿Qué es el estrés?

El estrés pude definirse como un conjunto de reacciones fisiológicas que se presentan cuando una persona sufre un estado de tensión nerviosa, producto de diversas situaciones en el ámbito laboral o personal: exceso de trabajo, ansiedad, situaciones traumáticas que se hayan vivido, etc.
Los llamados estresores o factores estresantes son las situaciones desencadenantes del estrés, y pueden ser cualquier estímulo, externo o interno (tanto físico, químico, acústico o somático como sociocultural) que, de manera directa o indirecta, propicie la desestabilización en el equilibrio dinámico del organismo (homeostasis).

Una parte importante del esfuerzo que se ha realizado para el estudio y comprensión del estrés, se ha centrado en determinar y clasificar los diferentes desencadenates de este proceso. La revisión de los principales tipos de estresores que se han utilizado para estudiar el estrés, nos proporciona una primera aproximación al estudio de sus condiciones desencadenantes, y nos muestra la existencia de diez grandes categorías de estresores:

1. Situaciones que fuerzan a procesar información rápidamente.
2. Estímulos ambientales dañinos.
3. Percepciones de amenaza.
4. Alteración de las funciones fisiológicas (enfermedades, adicciones, etc).
5. Aislamiento y confinamiento.
6. Bloqueos en nuestros intereses.
7. Presión grupal.
8. Frustración.
9. No conseguir objetivos planeados.
10. Relaciones sociales complicadas o fallidas.

Sin embargo, cabe la posibilidad de realizar diferentes taxonomías sobre los desencadenates del estrés en función de criterios meramente descriptivos; por ejemplo, la que propusieron Lazarus y Folkman (1984), para quienes el 'estrés psicológico es una relación particular entre el individuo y el entorno (que es evaluado por el individuo como amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro su bienestar). Por eso se ha tendido a clasificarlos por el tipo de cambios que producen en las condiciones de vida. Conviene hablar entonces de cuatro tipo de estresantes:
  • Los estresores únicos: hacen referencia a cataclismos y cambios drásticos en las condiciones del entorno de vida de las personas y que, habitualmente, afectan a un gran numero de ellas.
  • Los estresores múltiples: afectan sólo a una persona o a un pequeño grupo de ellas, y se corresponden a cambios significativos y de trascendencia vital para las personas.
  • Los estresores cotidianos: se refiere al cúmulo de molestias, imprevistos y alteraciones en las pequeñas rutas cotidianas.
  • Los estresores biogenéticos: son mecanismos físicos y químicos que disparan directamente la respuesta de estrés sin la mediación de los procesos psicológicos.
Estos estresores pueden estar presentes de manera aguda o crónica, y también, pueden ser resultado de la anticipación mental acerca de lo que puede ocurrir en el futuro.

TIPOS DE ESTRES
Existen varios tipos de estrés: normal, patológico, crónico, estrés post-traumático, estrés laboral, etc. A continuación se describen brevemente algunos de los principales tipos de estrés:


1 ¿Qué es el estrés normal?

Las reacciones fisiológicas que se dan en nuestro organismo ante determinadas situaciones y que se definen como estrés en realidad son normales, en cierta medida. Un poco de estrés y ansiedad nos puede ayudar a afrontar y superar algunas situaciones difíciles.


2 ¿Qué es el estrés patológico?

Cuando el estrés se presenta de modo intenso por periodos prolongados, es muy probable que cause problemas físicos y psicológicos, transformándose en un estrés crónico y nocivo que puede provocar crisis de llanto, depresión, y diversas afecciones físicas.


3 ¿Qué es el estrés post-traumático?
El estrés post-traumático es aquel que se presenta después de que una persona ha vivido algún tipo de suceso aterrador, como puede ser un accidente de tráfico o un desastre natural. A consecuencia de estos traumas, la persona tiene pensamientos aterradores con frecuencia, relacionados con la situación que vivió. Este tipo de estrés puede aparecer en personas de todas las edades, pero los niños son particularmente propensos a sufrirlo.

4 ¿Qué es el estrés laboral?
Se le llama estrés laboral a un conjunto de reacciones nocivas, emocionales y físicas, que se producen cuando las exigencias en el ámbito laboral superan los recursos, las capacidades y/o las necesidades del trabajador. Según un estudio llevado a cabo por la OMS, el 28% de los trabajadores europeos sufre estrés laboral, y el 20% padece el síndrome llamado “burnout”.

Si crees que el estrés es el responsable de tus problemas de salud, debes consultar a un experto de confianza.



domingo, 29 de diciembre de 2013

Protégete de las personas TÓXICAS


2013 va finalizando, y con él, llegan los buenos propósitos para el año nuevo. El más común suele ser desintoxicar nuestro cuerpo de los excesos cometidos en las fiestas navideñas. Pero también puede suceder que estemos expuestos a personas "tóxicas" que sin darnos cuenta, vayan envenenando poco a poco nuestra mente.

Esta clase de personas, puedes encontrarlas en cualquier lugar. Puede tratarse de tu jefe, tu amigo, tu  hermano o incluso tu pareja. Puedes reconocerlos gracias a distintos factores. Los más comunes son la continuidad a la hora de hablar de temas negativos (no saben conversar si no es encontrado un punto negro de algo o alguien), no aceptan en primera instancia una opinión o sugerencia, y se vuelven hirientes, agresivos, inflexibles o se exaltan si les contradices. Y esto es, por su puesto, porque creen que siempre tienen razón y sólo ellos saben como han de hacerse las cosas. Por regla general, agigantan tus errores y reducen al máximo tus logros o difunden rumores para acabar con tu reputación. Persiguen un objetivo: conseguir poder y control sobre todo y todos.

"Las personas tóxicas potencian nuestras debilidades, nos llenan de cargas y frustraciones. No des crédito a ninguna palabra ni sugerencia que provenga de los tóxicos. No te amarres a quienes no se alegran de tus éxitos", explica Stamateas en 'Gente tóxica'. Stamateas asegura que se puede y se debe evitar que este tipo de personas tomen el control de nuestras vidas. Primero, identificándolas, y segundo, reforzando la autoestima y adquiriendo estrategias para no caer en sus redes. Pero cuando la situación compromete la salud o estabilidad emocional, los terapeutas aconsejamos alejarse de esas personas o ambientes para evitar, así, convertirnos en uno de ellos.

¿Tienes un amigo tóxico?

En primer lugar, deberíamos reconocerlo, los amigos tóxicos son los que dicen ser tu amigo, pero sus acciones duelen, ya que su conducta no es la propia de una amistad. Les puedes reconocer por las siguientes características:
- Camuflan sus sentimientos de egoísmo.
- Cuando se tratan de sus problemas, ocupan muchas de tus horas explicándotelo todo pero no esperes lo mismo si eres tú quién necesita ser escuchado "me coges en un mal momento", "estoy muy liado", "no me viene bien quedar, mejor te llamo luego".
- Suelen romper promesas, usando para ello excusas "baratas". "¡Es que no te vas a creer qué me pasó!".
- Siempre quieren estar por delante de ti. Si le explicas que has tenido una oferta laboral que aún no te puedes creer, te cuenta que le ofrecieron algo muchísimo mejor; si le explicas que tienes un dolor tremendo en la espalda, él te dirá que, precisamente, la noche anterior estuvo en urgencias por un dolor mucho mayor.
- No sabe guardar un secreto, y cuenta al círculo de amistades aquello que le pediste que nunca contara.
- Es un manipulador, de manera que acabas creyendo que si lo alejas de tu círculo de amistades, podría dañar tu imagen social.
- Es el protagonista de todas las conversaciones y no le gusta cambiar de tema, o lo lleva siempre a su terreno.

Este tipo de amistades sólo traen negatividad, por ello es preferible romper con ellas y cultivar sólo aquellas que te proporcionen bienestar  y positividad.

Clasificación de gente tóxica

La persona tóxica no sólo tiene un modo de actuar, existen distintas formas que debemos de reconocer y neutralizar. Stamateas desarrolla en su libro trece tipologías que adoptan estos seres nocivos. Éstas son algunas de las formas que adoptan:
Meteculpas: El sentimiento de culpa, es uno de los más paralizadores que hay, hace que nos detengamos en la búsqueda de nuestras metas. Este tipo de gente tóxica lo sabe, y siempre traslada un mensaje: "No eres lo bastante bueno", "tú me haces ser así", "es tu culpa" o "te lo mereces". Te someten a un juicio de valor donde ellos son quienes dictan sentencia.
Qué hacer: Ante todo, levantar la autoestima y darnos permiso para disfrutar; "No tenemos la culpa de las decisiones de los demás".
Envidioso: Siempre trata de buscar aliados. Hablará con otros para envenenarlos porque su objetivo es boicotear cada uno de tus proyectos. El que calumnia, probablemente, no puede tener el mismo brillo que tú.
Qué hacer: No caer en la trama de convertirte en su aliado, si lo hace contigo lo hará con más gente, eres un mero peón de su juego psicológico. Aléjate de este tipo de personas, sólo atraen negatividad.
Descalificador: Su objetivo es controlar nuestra autoestima, hacernos sentir nada entre los demás para que él o ella pueda brillar y ser el centro de atención.
Que hacer: Detectarlo, tratar de extinguirlo no prestándole atención, ignorarlo y mantener nuestro pensamiento positivo.
Agresivo verbal: Los gritos, las contestaciones agresivas y fuera de lugar son sus armas para hacer a la persona sentirse incapaz, débil e insegura. Su objetivo es despertar miedo a su alrededor para ser respetado.
Que hacer: Lo más sencillo es ignorarlo. Sin embargo, existen técnicas asertivas como lo del disco rallado que consiste en contestar, sistemáticamente, con un "vale", o "de acuerdo", o un "no me interesa".

El chismoso: Hay un aforismo que dice "no todos repiten los chismes que oyen, algunos los mejoran". Este tipo de persona difunden rumores de manera constante para hacerla asimilable para la masa. Busca notoriedad y hacer aliados.Que hacer: Igual que con el envidioso y el descalificador, estas 3 tipologías tienden a ir unidas.
El psicópata: Muestran una imagen que no corresponde con su interior. Son tus 'amigos' mientras les sirves para conseguir sus propósitos. Una vez alcanzados te desechan y te tratan como si no te conocieran. Siempre se ofenden por todo. Hablan mal de todo el mundo. Son resentidos y amargados, y nadie puede sugerirles nada. Se muestran incapaces de detectar el sufrimiento humano.
Qué hacer: La única forma de relacionarse con ellos es actuar del mismo modo que ellos actúan contigo, porque no entienden la amistad y los valores. Queda con ellos para hacer un trabajo o para ir a ese concierto, pero no esperes más.


El jefe autoritario: La persona "tóxica" que se halla en alza. Incita miedo en sus subordinados, a quién le gusta llamar "miembros del equipo" pero necesita sentir que tiene el control.Que hacer: Si sabemos que esta persona no es autoritaria y que, quizás, pasa por un mal día, admitamos que todos necesitamos caricias y halagos. Sin embargo, si se prolonga, se debería tener una conversación con él mismo, que si no es fructífera, debería hacer replantearse la posibilidad de alejarse ante el riesgo para su salud emocional.
El quejoso: Se lamenta todo el tiempo. Su discurso le ata más al pasado y tiene una mente cerrada, duda de todo y no tiene metas. La diferencia es que son seres tóxicos para sí mismos y para los demás.
Que hacer: Extinción y técnicas de asertividad.


Los antídotos contra las personas tóxicas


Para el psicólogo Juan Cruz hay ciertos antídotos para este virus que infecta las mentes de muchas personas que están en contacto con un entorno laboral o afectivo poco saludable:

Detectar: Una medida para desintoxicarse es precisamente entrar en contacto con el veneno inoculado por el exterior por ti mismo. "Hay que detectar la toxicidad para poder salir de ella. No escapar sino hacerle frente. Sólo gracias a esa toma de conciencia como observador externo el lóbulo frontal se activa y genera calma", explica Cruz.


Adaptarse: Aunque la situación sea muy tóxica, se pueden desarrollar estrategias para poder adaptarse a ella. Es decir, tenemos la capacidad de aprender a desconfiar la misma información de diferente manera.


Abstracción: Todos somos libres de 'cerrar la ventana' de nuestra mente al ruido del exterior. Aunque nos bombardee con mensajes letales, tenemos la capacidad de protegernos y cerrar las compuertas de nuestra mente a esa información.


Autoestima: Potenciar los recursos que cada uno tiene, realizar actividades que refuercen nuestras aptitudes y habilidades, buscar nuevos entornos más salubres donde se aprecien nuestras cualidades.


Relaciones sociales: Cultivar los vínculos afectivos verdaderos y las relaciones sociales basadas en valores. Fomentar la interdependencia y una buena red de amistades.

No al victimismo: Abandonar la auto-intoxicación, ese diálogo interior que repite una y otra vez los mismos mensajes negativos sin ofender nunca una salida.


Solidaridad: Hacer cosas por los demás o implicarse en proyectos solidarios es una buena forma de salir de uno mismo y su propia 'desgracia'. Además, ayudar a otras personas que sufren es bueno para relativizar.

Abandonar: En ocasiones, sobre todo cuando las consecuencias afectan a la salud, hay que abandonar las situaciones contaminantes. Pero no es una derrota porque, a veces, para sobrevivir en un entorno tóxico, hay que convertirse en un ser tóxico. Y ese es un precio demasiado alto. Hay momentos en que una retirada a tiempo es una victoria.











jueves, 12 de diciembre de 2013

¿¿Te atreves a soñar??


¿TE ATREVES A SOÑAR?

En tu linea de vida, es posible que tengas dudas de cómo esperas que sea tu futuro, pero que en cambio, tengas claro lo que no quieres. Es más fácil saber lo que nos gustó y no nos gustó en el pasado o en el presente, pero que lo que queremos en el futuro sea una incógnita.
Desde pequeños nos enseñan muchos conocimientos, pero no suelen educarnos para confiar en nosotros mismos. Creer en ti o tener claro lo que quieres es tildado por muchos de prepotencia, lo que debes hacer es trabajar duro, aceptar tu destino y sacrificarte, "soñar despierto es una pérdida de tiempo".

Una pena, porque en realidad la forma de conseguir tu meta es conseguir lo que quieres, ponerle fecha de caducidad a tu sueño y trabajar para alcanzarlo, te puede ir muy bien en el futuro: "Todo depende de lo que tu creas"


Lo primero que debes hacer es tomar consciencia de algunos sencillos conceptos, entenderlos y ponerlos en práctica:

Zona de confort: Cuando te mueves en un entorno que dominas, en ella las cosas te resultan conocidas o cómodas, sean agradables o no lo sean.
Ejemplo: Zona de confort, que tu jefe te machaque en la oficina, disfrutar o pelear con tu pareja, tus hábitos, tus actitudes, tu pensamientos.

Zona de aprendizaje: Se encuentra alrededor de la zona de confort. Es la zona a la que sales para ampliar tu visión del mundo. Es la zona donde experimentar, comparar, aprender...
Ejemplo: Aprender nuevos idiomas, viajar a países desconocidos, enriquecer puntos de vista, te encuentras con nuevos clientes, tienes nuevas sensaciones, conoces nuevas culturas.
Hay personas a las que esto les apasiona y por ello frecuentan su zona de aprendizaje, en cambio, a otras les asusta, y para evitarlo se mueven solo dentro de su zona de confort.

Más allá de tu zona de aprendizaje esta lo que llamamos la zona pánico o zona de no experiencia: Aquellos que no quieren que la transites, que suelen ser los que nunca salen, dicen que pueden ocurrirte cosas gravísimas,"¡No salgas que va a ser terrible!", "¿Y si te sale mal?". Ya...pero...¿y si me sale bien??
Esto último lo dicen solo los que consideran que esta zona es la zona mágica, la zona donde te pueden pasar cosas maravillosas que aun no conoces porque aun no has estado allí, es la zona de los grandes retos.
Hay personas que creen que si salen a la zona mágica no podrán volver atrás, que su zona de confort desaparece. Esto es falso, lo que sucede es que extienden su zona de confort. Cambiar no significa que pierdes lo que tenias, significa que añades, el cambio en verdad es desarrollo, esto podría parecer miedo a lo desconocido, pero en verdad es miedo a perder lo que tienes o lo que eres.

Lo siguiente que tendrás que tener en cuenta es la tensión emocional y la tensión creativa. Operan como dos fuerzas opuestas, la primera te hará tirar de tu zona de confort, y la segunda te hará avanzar hacia el exterior. Para poder avanzar tendrás que conseguir que tu motivación salga victoriosa de tus miedos. Te toca por tanto trabajar la tension emocional y los miedos que provocan salir de la zona de confort: Al qué dirán, a fallar, al ridículo y a la vergüenza.

¿Como hacerlo?

 ¿Quién? Cree en ti, tu eres el protagonista de tu vida, lo que tu no decidas probablemente lo harán otros por ti, al gestionar correctamente tus miedos crecerá tu autoestima y esta te dará una nueva visión de la realidad llena de oportunidades.
 ¿Qué? Gracias a saber quién eres, te será más sencillo buscar qué te motiva, un objetivo ¿cual es tu sueño?
 ¿Por qué? Compararás tu punto de partida con tu destino, esto puede hacerte sentirte pequeño. Esto es normal, estarás tomando conciencia de lo que te falta por aprender, te será útil recordar tus orígenes, valores y principios,  reflexiona sobre tu misión personal en la vida. 
¿Para qué?  Tu misión personal, que hay más allá de tu sueño. Sirve para mantener la tensión creativa y no ceder ante la emocional.

En cuanto transformes tus perjuicios limitantes, confíes en ti y en tu sueño y entiendas porqué y para que lo haces habrá llegado el momento de pasar a la acción y dejar atrás tu zona de confort.

¿Cómo?
Experimentaras el placer de aprender a perseguir tus sueños. Puede que al principio pienses que es arriesgado y que no eres competente. ¡no pasa nada!, eres humano, no lo sabes todo, y estas aprendiendo, ¡enhorabuena!, estas avanzando hacia tu sueño. 
Lo que te falta para comenzar a recuperar tu sensación de competencia, es volver a tu zona de confort a por los recursos personales que ya tienes y que con las prisas olvidaste utilizar. Coge los necesarios, ten paciencia con tu preparación, confianza en tu objetivo, prepara bien tu estrategia, se perseverante y positivo, y antes de lo que te imaginas, tu sueño se habrá hecho realidad.

¿Te atreves a soñar?






lunes, 18 de noviembre de 2013


Felicitándonos por el esfuerzo en lugar de por el resultado aprenderemos a arriesgarnos. Si no fracasas no mejoras, fracasar es una estrategia que utiliza la gente con enfoque incremental para fortalecerse y para mejorar. 
¿quieres saber más sobre el tema? observa el video con atención.